A mediados de año se me ocurrió remasterizar uno de mis fics mas apreciados por mi. En vez de eso, lo que hice fue contar la misma historia pero desde otro punto de vista, así fue como surgió Black Maison, donde el protagonista se ve en medio de una guerra "mundial" luchando contra el mismísimo poder destructor. Eso sí, nuestro héroe tiene muchos aliados, no está solo en la batalla para defender los... Bueno, mejor no cuento más, ya que próximamente lo iré subiendo también a aqueste blog.
Hoy por hoy, lo que subiré será mi otro fic, realmente es una mini-historia creada en un momento de aburrimiento, se llama Amatistas. Espero os guste.
"El acueducto que conducía a la villa rebosaba hoy, las lluvias de los días pasados habían dejado el ambiente realmente puro, y durante varios meses nadie se quedaría sin agua. Pero su viaje no cesaba, él debía continuar su andadura. A aun quinientos kilómetros de su destino caminaba por una yerma llanura, nada se hallaba alrededor, con suerte algún arbusto, seco. Pero el desánimo no llegó a él. Cada vez estaba más animado, con más ganas de continuar su camino. Iba de camino, y eso era lo que importaba, el esfuerzo siempre iba a estar allí, pero "ello" quizás no. Así, paulatinamente, fue atravesando la basta llanura, que se extendía hasta donde llegaba a ver.
Tras varios días, acampando en las noches, oyendo el absoluto silencio con las que la llanura se traía, acabó llegando. La locura había aflorado en su alma. Ya no era cuerdo. Pero aun así, debía conseguirlo. El destino de su villa... Del futuro del mundo, su mundo, estaba en garras de aquel ser, y, si el no lograba convencerle... ¿Quién lo haría?
Tras arduas batallas con fantasmas de su mente, logró llegar hasta el centro de su conciencia. Allí se encontraba "ello". Pero, tenía algo raro, algo que nadie nunca ha visto ni será visto jamás.
La oscuridad había nacido en sus ojos, ya no veía, todo era incierto. Pero estaba allí, era lo cierto. Con sus manos tanteó su alrededor y destacó un gran ornamento dorado con una redonda amatista. La cogió en sus manos y en su cabeza resonó una voz.
Tienes en tus manos la sanación de tu mente. Y tienes en tus manos la salvación de tu gente. Ahora que la locura se ha adueñado de ti. Contesta, valiente caballero sin nombre. ¿Qué camino escoges?
El caballero dudaba, como podía, porque su locura le hacía cavilar hacia salvarse a sí mismo. Finalmente, tras desollarse a si mismo*, su mente eligió salvarse.
El ornamento, se posó en su cabeza, e hizo su cuerpo del mismo material que él. Su sangre se condensó, formando amatistas. Todo su cuerpo se hizo parte del ornamento. Pero, momentos antes de quedar así eternamente, pudo ver a su alrededor.
Todo lo que vio fue a todo su pueblo convertido en ornamento."
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