Prólogo

Hoy, tras tantísimo tiempo sin escribir nada, vengo para enseñaros el prólogo de mi fic: Black Maison.

Además os informo que desde este viernes, al próximo a las 5, no me conectaré a Internet.

Y bueno, quería agradeceros por el tiempo que pasáis con mi blog... ¡Muchas gracias minna!

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Prólogo: Un día.

El sol entra por la ventana de la habitación, una gris y cochambrosa habitación... Pero que al entrar el sol, parece brillar por los costales. Los objetos del cuarto tienen motivos de estrellas con neones azules. Como electrónica, la habitación tiene un portátil, un equipo de música de última generación, con las BSO de juegos sonando, y una mini-televisión de plasma. El suelo es de madera, y la cama, mesa y silla tienen un diseño Art-Decó.

-¿?: Despertaran las alegres margaritas, cantando coplas bajo la lluvia, ellas brillaran en el día, tanto como en la mañana -Recitaba sentado en su mesa, escribiendo en un folio.

Llaman a la puerta.

-¿?: ¿Sí?
-Madre: A desayunar, hijo.
-¿?: De acuerdo, madre, enseguida bajo.

Deja todas sus cosas ordenadas, y sale del cuarto bajando hasta la cocina.

-¿?: No me he presentado... Mi nombre es Cecyl, no soy más que un "estudiante", de 17 años, y la verdad es que me gusta mucho recitar poemas... Y leer libros de magia, aunque en mi estatus actual, no pueda creer en ella... Nadie en este Mundo, cree en magia... Pero si que algunos afirman haberla visto en otros Mundos. ¡Ah! Por cierto, en este Mundo, todos sabemos la existencia de otros Mundos, somos de los pocos Mundos donde se sabe... Y podemos viajar entre ellos, siempre y cuando no cometamos Injerencia y respetemos las normas de allí. La Injerencia, sería, decirle a alguien sobre otros Mundos, o intervenir en historias del propio Mundo que visitamos. Nuestro Mundo, Juma, es uno de los elegidos por el Selector del Mundo... No os sabria explicar qué es eso exactamente.


Cecyl se sentó a la mesa con su madre, teniendo preparado un tazón de cereales.


-Madre: ¿Cómo has dormido?
-Cecyl: He vuelto a soñar madre...
-Madre: ¿Irás... Hoy a clase?
-Cecyl: ...
-Madre: Está bien... Tengo que salir a comprar, ten cuidado.
-Cecyl: Sí, madre.

La madre de Cecyl salió y cerró la puerta con llave, en ese mismo instante, Cecyl cayó en un profundo sueño, cayendo su cabeza sobre el tazón de cereales.


Cecyl no sabía, que ese día, no volvería a ver a su madre por muchísimo tiempo... Y que... Su vida cambiaría por completo.