Estos días atrás he estado creando cosas manuales: Dibujos, mini-fics... (Lo que tiene el aburrimiento en clase) y hoy voy a tomarme un ratejo para subirlas, que hacía mucho que no lo hacía...
Empezaré con...
Bien, esta es mi agenda por detras, tras ralladuras y tal, acabó así, por lo que pensé hacerle esto... Y tú, ¿qué ves primero? ¿Carita feliz o triste?
Si bien esto no es algo "manual", es algo que me encanta... Mi ordenador con doble pantalla, Dual Screen, me gusta llamarlo xD
La última de las imágenes es esta, copiando la portada del 25 Aniversario de TLoZ estoy creando una portada para mi agenda, la cual luego pintaré de dorado y rojo... ¿Cómo la veis?
Y bueno, sobre las imágenes esto es todo... A continuación, un mini-fic:
Corrían libres vientos primaverales azotando la fina hilera de casas que conformaban la Avenida New Rodrick. Días atrás habían sido las fiestas locales y aun la pequeña avenida estaba recuperando su ambiente laboral. Los hijos de los Durskill jugaban con Lady Shian, la hija del marqués de Eurisk.
Pero no muy lejos de ese ambiente festivo, sobre la cumbre de la montaña en la cual la avenida se situaba, algo acaecía. Drandet, un huérfano y viudo de 37 años, planeaba algo terrible. Sacrificaría su cuerpo y alma para abrir el mundo humano a los demonios, de par en par.
El ritual comenzó y el cielo de rojo se tiñó, aquellos Akumas encerrados, llenos de odio, dolor e ira, arrancaron las nubes y corroyeron el cálido cielo.
Uno de ellos, el que parecía líder, se acercó a Dandret:
-Aun no entiendo, ¿por qué nos has liberado? ¿Odias a los humanos?
-Nada de eso.
-¿Qué es, entonces?
-Simpemente quería que mis padres y mi esposa volvieran a este mundo.
-¿Y por qué deberían estar ellos en el mundo de los demonios? Si tanto los quieres, deberían estar en un lugar menos lúgubre.
-No había pensado en eso...
-¿Y qué debemos hacer nosotros ahora? ¿Llevarte con nosotros a ti y al resto de humanos? ¿Darías todo cuanto tienes para que nadie más que tú sufriera este destino de desaparición? Jamás volverás a ver a tu familia si aceptas.
[...]¿Y qué harías tú?
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